Cada persona es un mundo y esto también influye cuando practicamos deporte. Podemos desempeñar diferentes roles en base al tipo de juego que hacemos basándonos en nuestra propia personalidad y estilo. Incluso si juegas al pádel, seguramente no lo haces igual que tu compañero. ¿Qué tipo de jugador de Padel eres tú? ¿Sientes curiosidad por saberlo? Te lo contamos.
Tipos de jugadores que puedes ser o te puedes encontrar en Pádel
El Pádel es un deporte exigente. Para destacar en él y jugar con éxito es fundamental ser habilidoso y tener la suficiente resistencia para no desfallecer a mitad de juego. Al tratarse de un deporte tan competitivo, es normal que afloren diferentes personalidades en cada tipo de jugador. Hasta seis tipos de jugadores de pádel hemos clasificado nosotros para mostrarte en este artículo.
El maestro del pádel
Como se suele decir y ocurre frecuentemente, no solo en el pádel, sino en cualquier ámbito e incluso en la vida misma, siempre hay maestros. Pero ojo que el término maestro tiene dos acepciones. Están los que sí lo son y pueden enseñarnos muchas cosas. Y luego están los que creen serlo y piensan que pueden enseñarnos todo, pero a estos últimos, más vale colmarse de paciencia con ellos.
También es llamado “entrenador sin licencia”. Si te topas con alguno de estos, no te lo tomes a mal. Tal vez haya situaciones en las cuales sí que puedas sacar algo positivo de sus consejos de juego. Cuando no sea así, simplemente, aprende a ignorar. No merece la pena que te irrites.
El Jugador profesional
El jugador profesional es aquel que todo entrenador desea tener en sus filas y que cualquier afición o equipo desea poder presumir. Es el “niño bueno” del Pádel. Un profesional de los pies a la cabeza, como su nombre indica. No solo llama la atención por su buen juego, sino también por sus excelentes maneras, comportamiento y por ser atento a los detalles incluso en su vestimenta y equipación.
El jugador quejica
Otro de los tipos de jugadores de pádel que podemos encontrar es el quejica. Este personaje siempre tendrá motivos para quejarse, aunque no los tenga. Y emite tan malas vibras que es mejor mantenerse alejado de él. Cada vez que algo le salga mal en el juego, empezará a lamentarse públicamente, pero jamás aceptarán su culpa cuando cometen fallos.
La mala suerte suya o la buena suerte del equipo rival serán los responsables del resultado del partido o de los puntos ganados o perdidos, según el quejica.
El jugador optimista
Suele decirse que la actitud influye mucho y que puede obrar magia, tanto en positivo como en negativo. Por eso, tener al lado a un jugador optimista es todo un regalo. Estos jugadores son capaces de darle la vuelta a un partido transformando una derrota en una victoria y llenando de entusiasmo a sus compañeros.
Además, este tipo de jugador de pádel tiene la virtud de que consigue que la afición se divierta con él y disfrute de su juego. Mientras que sus rivales, por el contrario, sufren viéndolo jugar, porque saben de lo que puede ser capaz.
El jugador pesimista
Si en el mundo hay personas optimistas, también nos encontraremos con otras que son justo lo contrario, pesimistas por naturaleza. Tener al optimista al lado es gloria bendita, pero cuando nos toca el pesimista, eso es un auténtico infierno, porque desde antes de empezar el partido ya nos invadirá esa sensación de negatividad.
Más vale ni jugar siquiera cuando el pesimista está rondando a nuestro alrededor, porque para él, el partido está perdido desde antes de jugar.
El jugador que se pasa celebrando
Celebrar las jugadas y los éxitos está bien, pero hay jugadores que llevan sus celebraciones al extremo, porque son muy escandalosas celebrando y lo celebran todo, absolutamente todo, incluso cada pequeña acción a su favor. Por eso, el jugador que celebra puede ser muy pesado y cansino.
El jugador de pádel agresivo
Cuando el jugador de pádel agresivo toca una pelota, la golpea con todas sus fuerzas, tanto que da miedo recibir un pelotazo de su parte. Pone más empeño en golpear fuerte que en dirigir bien el tiro, de modo que muchas veces esa pelota la termina perdiendo.
Sus jugadas son beneficiosa a veces, pero otras, pueden ser desastrosas. Le encanta presumir de la fuerza de su brazo haciendo lanzamientos y golpeando.
El jugador orgulloso
Lamentablemente, es común encontrarse con un jugador orgulloso en las filas de cualquier equipo y el pádel no es una excepción. El jugador orgulloso nunca acepta un error suyo y en todo momento echará la responsabilidad a los hombros de sus compañeros cuando se cometen fallos.
Si te toca un compañero así, es probable que se desate tu instinto psicópata en más de una ocasión. Solo te queda tener paciencia.
El conquistador
Hay quien se apunta al pádel para ligar. Al conquistador le importa un pimiento el juego, o al menos eso es lo que demuestra, porque se la pasa tratando de conquistar a todas las féminas que se encuentra por el club.
El talentoso
Talento y preparación, porque el jugador talentoso parece que ha nacido sabiendo jugar al pádel. Domina cada técnica, cada estrategia y sabe bordar su juego haciéndolo interesante, bonito y, además, efectivo. Es otro de los jugadores que sí merece la pena tener en un equipo. Y si te arrimas a él, además, aprendes.
El jugador alivianado
El jugador alivianado es aquel que siempre está relajado, pase lo que pase, incluso aunque el equipo esté pasando un mal momento de juego. Sabe trabajar bajo presión y esto es lo bueno que tiene, por lo que nos da ventaja tener un jugador así. Sin embargo, a veces se muestra demasiado indiferente y frío y esto no es tan positivo.
Si practicas este deporte, ¿qué tipo de jugador de Pádel eres tú? Recuerda que hay algunos roles que despiertan admiración y otros que no tanto.