Phillip y Garcés expresaron ayer el sentir del equipo de Angulo ante la final del próximo domingo
08/04/2009 EDUARDO GERIQUE
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Darren Phillip corrige a sus compañeros durante un ejercicio de un entrenamiento.
El CAI Zaragoza regresó ayer a los entrenamientos con la vista puesta en el Cajasol de Sevilla, el próximo rival en Liga. El equipo zaragozano se juega media salvación en este envite y no quiere volver a mostrar la imagen dada ante Bruesa y Real Madrid. Una victoria clarificaría mucho las cosas y volvería a meter en apuros a los andaluces. Una derrota podría mandar al CAI a puestos de descenso.
La plantilla zaragozana está más que concienciada de la relevancia del choque y uno de sus pesos pesados, el ala-pívot Darren Phillip, declaró ayer que “el del domingo es un partido en que nos jugamos la vida, vamos a ganar a Cajasol como sea”. El inglés, siempre positivo, quiere transmitir confianza a sus compañeros ante la trascendental cita del domingo.
El mensaje de Rubén Garcés
Rubén Garcés, por su parte, también se manifestó en la misma línea que Phillip. El pívot panameño afirmó que “todos nos jugamos la vida ante el Cajasol; es el partido más importante que tenemos y esto es baloncesto, hay que seguir adelante y no pensar en el pasado”.
El club también está trabajando para crear un gran ambiente en el choque ante los sevillanos. Es objetivo es que el Príncipe Felipe viva una atmósfera similar a la del partido ante el ViveMenorca. Algo complicado ya que el partido se juega en plena Semana Santa. Pero en el CAI quieren intentarlo.
Para ello se van a repartir 10.000 aplaudidores rojos (5.000 pares) para hacer ruido, mucho ruido, cuando ataque el Cajasol. Toda ayuda será poca para derrotar al equipo de Pedro Martínez, el más en forma de la ACB. La afición rojilla, una vez más, volverá a tener un papel determinante.